PGOU Vila
Nuevo ordenamiento
El PGOU sale adelante con el rechazo en bloque de la oposición municipal
El PP pronostica el encarecimiento de la vivienda y la parálisis de la construcción durante años
15.04.2016 | 09:42
ALBERTO FERRER | IBIZA Vila aprobó ayer inicialmente el nuevo Plan General de Ordenación Urbana en un pleno extraordinario solo con los votos de PSOE y Guanyem, que lo definieron como «un modelo de ciudad progresista». Antes escucharon críticas de la oposición, que votó en contra del documento, aunque con motivos diferentes. Para el PP supondrá un freno a la construcción y encarecerá la vivienda, mientras que para el Movimiento Ciudadano EPIC se desaprovecha la ocasión para «reducir incluso un poco» el crecimiento previsto.
La más contundente en esas críticas fue la portavoz popular, Virginia Marí, quien acusó a los progresistas de «ineficacia» y de haber hecho perder «13 años a la ciudad» porque «se vuelve a la casilla de salida» después de la sentencia del Tribunal Supremo que anuló el PGOU de 2009 –cuyo trámite duró seis años–. Para Marí se trata de un PGOU «desfasado e incoherente» y acusó al equipo de gobierno de «engañar» y de «chapucero».
La popular no se cree que en año y medio vaya a estar aprobado el ordenamiento. Más bien calculó que se tardarán «cinco», a los que añadió otros dos para desarrollar las unidades de actuación previstas. Por ello pronosticó «el crecimiento paralizado y las arcas vacías».
Crecimiento paralizado
Marí también criticó que se rebaje el techo de población previsto en 2009, de 92.000 habitantes, a los 77.000 del nuevo ordenamiento: «Si crecemos menos, menos metros de construcción y como consecuencia se encarece la vivienda». Además, matizó que las 25 hectáreas de suelo rústico que se crean «son en comparación con 1987» y recordó que ese suelo «ya estaba protegido. Saben vender humo muy bien», criticó.
La portavoz del PP considera «inviable» el PGOU previsto, porque al informe de intervención que lo acompaña se basa en «premisas no sólidas» y el coste de ejecución «son simples estimaciones», que además se cargan sobre la inversión privada.
Antonio Villalonga, de EPIC, entró mucho menos en el contenido y criticó la falta de participación del resto de grupos en la elaboración del PGOU. Lo definió como «una oportunidad perdida para un nuevo replanteo de la ciudad, incluso para crecer hasta un poco menos» y lamentó la falta de concreción en aspectos como la falta de aparcamiento o si se plantean indemnizar a los propietarios de ses Feixes.
Críticas al ladrillo
La concejala de Urbanismo, Elena López, afeó a los populares que su propuesta sea «el afán de construir, de acabar con el poco espacio libre» que queda en la ciudad. También acusó a Marí de mentir en cuanto a la viabilidad del planeamiento, porque cuenta con el informe favorable de la Intervención municipal.
López lamentó que la oposición no aprovechara el pleno «para hacer críticas en positivo» y aseguró que la participación en el PGOU empieza ahora y tras su publicación en el BOIB, tras la que se abrirá un periodo de exposición pública de 45 días para «recibir alegaciones».
Del nuevo ordenamiento recalcó su apuesta por la vivienda protegida (el 30% de la nueva edificación debe ser VPO, la mitad de ellas en régimen de alquiler), que López cree que ayudará a abaratar precios, la preocupación por aumentar el suelo rústico y zonas verdes, además de la apuesta por las energías limpias y la movilidad sostenible, con propuestas como la de extender una red de carriles bici a toda la ciudad.
La concejala de Urbanismo señaló que se ha cumplido el calendario previsto y «en solo 10 meses» se ha logrado la aprobación inicial a un nuevo Plan General. Con ello se esquiva el peligro de que sobre la ciudad vuelva a regir el ordenamiento desarrollista aprobado en 1987, lo que hubiera ocurrido a final de mes.